¿Se debe justificar el texto dentro de una página web?

Cuando leemos un libro o un medio impreso, es normal que nos encontremos con textos justificados en ambos márgenes. Lo mismo sucede cuando escribimos en un procesador de textos: todo se ve mucho más ordenado y prolijo al ver los dos márgenes formando una línea recta. Entonces lo mejor será justificar los textos en nuestras páginas webs. ¿O no? 

Veámoslo desde varias perspectivas.

Legibilidad

Hace más de dos mil años, en la grecia clásica, se acostumbraba a utilizar la scriptio continua: esto es, escribir sin espacios entre las palabras ni signos de puntuación, generando un texto muy bonito de apreciar en su conjunto, pero caso imposible de leer. Aquí un ejemplo:

Con el tiempo se fueron incorporando espacios, mayúsculas y otros signos que hicieran más fácil y cómoda la lectura (¡por suerte!). Es decir que se intentó ganar en claridad en desmedro de la belleza pictórica del conjunto. En este mismo sentido, los textos justificados dificultan la lectura por dos motivos principales:

• por un lado, porque al cambiar el espacio entre las palabras es más difícil seguir un ritmo de lectura (no recibimos la misma cantidad de información en el mismo espacio, y eso es un trabajo extra para los ojos y el cerebro),
• y por otro porque al haber distintas longitudes de línea nos es más fácil no perder por qué línea vamos leyendo (en cambio, si todas las líneas tienen la misma longitud, el texto nos parece más parejo, más plano, y es más difícil orientarnos allí.

Accesibilidad

Un texto más difícil de leer representa un obstáculo todavía mayor para personas con dislexia. Es por esto que para cumplir con las Directrices de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG por sus siglas en inglés) es requerido que los textos estén alineados a izquierda.

En la web de la WCAG dice: "Personas con ciertas dificultades cognitivas presentan problemas al leer textos justificados en ambos márgenes. El espacio desigual entre las palabras en estos textos pueden causar 'ríos de blanco' a lo largo de la página haciendo la lectura difícil y, en algunos casos, imposible. La justificación también puede producir que las palabras estén muy juntas, haciendo difícil ubicar los dónde termina una palabra y empieza otra" (la traducción es mía).

Cortres de palabras (hypenation)

En los ejemplos que dábamos más arriba, como periódicos, revistas o libros, podemos ver que los textos sí están justificados a ambos márgenes, sin demasiadas consecuencias. La clave aquí está en el uso de la separación de palabras en sílabas con un guión al finalizar la línea (lo que en inglés se llama hypenation). Esto no es posible hacerlo manualmente en la web, ya que una página web bien diseñada debe poder verse en soportes de distintos tamaños (computadoras, teléfonos móviles, etc) y esto modifica el ancho de línea. Por otro lado, la propiedad hyphens de CSS -que constituiría una herramienta automática para separar palabras- todavía no está lo suficientemente difundida entre los distintos navegadores e idiomas, haciendo su uso muy problemático.

Los ríos de blanco se hacen todavía más severos cuanto más breve sea la línea. Hoy día, más de la mitad de los visitantes a nuestros sitios webs acceden mediante teléfonos móviles y otros dispositivos de tamaño pequeño, incrementando este problema.

Conclusión

En nuestra opinión, no existen argumentos convincentes para justificar los textos dentro de una página web. Cualquier ventaja estética que pueda haber sobre la apariencia del conjunto, queda opacada por las desventajas en la aprehensión de nuestro contenido, especialmente si queremos que nuestras páginas webs sean accesibles.